Los peligros de los anabolizantes

"Los anabolizantes son sustancias ilegales consideradas como dopaje y que conllevan peligros graves para la salud."

Modos de consumo de los anabólicos

Estas sustancias suelen tomarse en ciclos semanales o mensuales, no de forma continua, dado que de esta forma se consigue el volumen o rendimiento deseado sólo en un determinado espacio de tiempo y no de forma permanente. Su uso puede ser tanto de forma oral como inyectado directamente en el músculo.

Este tipo de esteroides ha visto popularizada su utilización desde finales del siglo XX hasta la actualidad, coincidiendo en una época en la que de cada vez se premia más tener un cuerpo musculoso, sin grasa y estético.

Daños físicos al usar anabolizantes

Tomar esteroides puede provocar muchas complicaciones a nivel físico. Posiblemente, el signo más claro sea el de la aparición de acné, no solo en la cara, sino también en extremidades, pecho y espalda, a la vez que se experimenta un trastorno llamado ictericia, consistente en la coloración amarillenta de la piel.

Específicamente en varones, tomar sustancias anabólicas puede provocar una reducción del tamaño de los testículos, así como una menor capacidad de producir esperma e incluso un aumento del riesgo de infertilidad. Respecto a las mujeres que optan por este tipo de sustancias dopantes, los peligros físicos más evidentes son sufrir alteraciones durante las menstruaciones, aparición de vello facial o agrandamiento del clítoris, entre otros.

Las retenciones de líquidos son otro de los peligros físicos de los anabolizantes, que a su vez, pueden derivar en infecciones de orina.

"Abusar de esteroides provoca cambios corporales y también emocionales."

Peligros a nivel mental al consumir esteroides

Abusar de esteroides provoca cambios corporales y también emocionales. Éstos se notan claramente al observar en la persona afectada cambios de humor repentinos, delirios, episodios violentos sin causa alguna y pensamientos negativos generalizados. Por si fuera poco, estas sustancias químicas provocan adicción al igual que el tabaco o el alcohol, siendo difícil terminar su consumo cuando ya se llevan utilizando de forma habitual.

Por estos motivos es necesario, u obligatorio en determinados casos, contar con la asistencia de un profesional que ayude al afectado a escapar de estas drogas químicas de la mejor forma posible, evitando futuras recaídas.