Cómo dejar de Vivir de Ilusiones

Ilusiones, deseos, sueños.. ¿qué tan posibles son de lograr? ¿Qué estás haciendo por conseguirlo? A veces, las ilusiones pueden devolvernos una infelicidad continua si no los logramos alcanzar.

Cómo dejar de Vivir de Ilusiones

¿Por qué es malo vivir de ilusiones? ¿Qué hacer para no vivir de ilusiones? Los sueños no siempre son sólo ilusiones.

¿Por qué es malo vivir de ilusiones?

Vivir de ilusiones no nos permite un completo estado de felicidad en la vida, cosa que consideramos debería ser el objetivo primordial. Es algo que debemos evitar porque si siempre se vive pensando en lo que difícilmente tendremos, la felicidad nunca será completa.

Además, las ilusiones llevan muchas veces a la envidia, a compararnos sin querer con otras personas que sí han logrado algunos de los sueños que nosotros ansiamos. Y esto no es bueno, porque la envidia corroe por dentro y no deja vivir, y lo que es peor, no ganamos absolutamente nada con ella.

Tener una ilusión puede estar bien si es con carácter anecdótico o si se trata de una meta asumible (como llegar a correr una maratón, por ejemplo), pero si toda nuestra vida cotidiana gira en torno a sueños o fábulas, tenemos un problema.

"Si siempre se vive pensando en lo que difícilmente tendremos, la felicidad nunca será completa."

Qué hacer para no vivir de ilusiones

El primer consejo para dejar de vivir de ilusiones es el de marcar metas realistas a corto o medio plazo. Una ilusión, como por ejemplo, ganar muchos millones de dólares, en la mayoría de casos no es factible, y en caso de serlo, seguramente será a largo plazo (o ganarse la lotería, pero sería algo librado al azar que no depende de nosotros). Por tanto, el ponernos metas a un plazo más corto es bueno porque así podemos ir viendo como se cumplen algunas de nuestras ilusiones y nos da fuerza para seguir, además de felicidad.

Por otra parte, es primordial encontrar en la vida el camino hacia el éxito. Y el éxito no significa necesariamente dinero o poder, sino luchar por llegar donde uno quiere o desea. Es igual de exitoso el director de una multinacional que ha luchado hasta llegar a ese puesto, que el carpintero que por fin ha conseguido vivir en su pequeño taller haciendo una actividad que le gusta.

Por tanto, para huir de las ilusiones lo mejor es establecerse metas realistas y luchar por ellas.

Los sueños no siempre son sólo ilusiones

Pero, ¿por qué un sueño siempre debería ser eso? En ocasiones, hay sueños que se pueden materializar, si uno lucha por ello. En esta vida, con pocas excepciones, no hay fórmula mágica para triunfar, sino que se debe trabajar duro y esforzarse por lo que uno quiere.

Un sueño puede dejar de ser una ilusión y convertirse en realidad si se tienen las ganas suficientes para ello y se trabaja día a día, siempre que el sueño en cuestión no tenga magnitudes que no se puedan abarcar.