Cómo hacer cuadros retroiluminados

Una manera original de presentar cuadros o nuestras fotos favoritas. Veremos cómo hacer cuadros retroiluminados

Cómo hacer cuadros retroiluminados

Cuadros retroiluminados para decorar el hogar

Los cuadros retroiluminados son una excelente manera de decorar el hogar, y de exhibir nuestro arte predilecto de manera magistral. Aprendamos a hacer nosotros mismos un cuadro retroiluminado, para mostrar con orgullo fotografías, pinturas o incluso elementos de nuestra preferencia.

Elementos necesarios

Para hacer este cuadro necesitaremos una base de madera (MDF, fibrofácil, DM o aglomerado), y tantos paneles de madera como sectores queramos para el cuadro. Con el fin de simplificar el ejemplo, digamos que utilizaremos una base de MDF de 12 mm, de un metro de alto por 70 cm de ancho, y tres paneles de MDF de 12 mm, de 50 cm de ancho por 20 cm de alto. Así, al colocarlos en su sitio, tendremos suficiente espacio entre ellos y hacia los laterales de la base.

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También utilizaremos los soportes que despegarán los paneles de la base, dejándola fija en su lugar y, en este caso, tres cajas de luz, que puede tratarse de portafocos y de lamparillas de tubo de bajo consumo. No te olvides de las imágenes a exhibir: puedes enviar a imprimir una composición de fotografías, o usar la misma imagen para exhibirla en tres partes en los tres paneles, separados, para un efecto aún más llamativo.

"Puedes enviar a imprimir una composición de fotografías, o usar la misma imagen para exhibirla en tres partes para cada panel."

Cómo hacer un cuadro retroiluminado

Luego de cortar las maderas y lijarlas, comenzaremos con la labor. Aún no coloques las imágenes en los paneles, pues primero determinaremos su ubicación y montaremos la estructura. Después podremos colocar las imágenes y pintar la base como queramos.

Determina la ubicación de cada panel, marcándolo con un lápiz suave. Coloca luego las cajas de luz o los soportes de los focos en los paneles. Con la ayuda de una perforadora, haz la perforación en la base y la hendidura en los paneles (con la misma herramienta, pero sin atravesar la madera). Monta allí tarugos de madera, a la altura necesaria, y fíjalos con cola. La altura quedará determinada por el elemento de luz. Haz otra perforación en la base, para pasar por allí los cables de electricidad. Aprovecha para colocar los ganchos o soportes para colocar la pieza sobre la pared.

Ahora sí, pinta la base y, mientras seca, coloca las imágenes en los paneles, usando cola de carpintero. Cuando haya secado la pintura y el pegamento, coloca las lamparillas y monta los paneles a la base, adhiriendo con cola en las puntas de los tarugos.

Termina de montar la instalación eléctrica, y coloca la pieza en su sitio. Lleva el cable hasta la toma eléctrica, y dale encendido para que los paneles queden iluminados por detrás, exhibiendo tus imágenes con elegancia y con un estilo asombroso, como su flotaran en una burbuja de luz.