Cómo relajar la mente y el cuerpo con un baile sencillo

Detrás de un simple baile hay emociones que nos gratifican, y servirán para relajar nuestra miente y el cuerpo para sobrellevar momentos desagradables.

Cómo relajar la mente y el cuerpo con un baile sencillo

Relajar cuerpo y mente

Aprender a relajar el cuerpo y la mente nos permitirá darle un buen final a la jornada, ya sea que estemos atravesando situaciones de estrés, problemas en el trabajo, discusiones con los seres queridos o un mal estado anímico general. La tristeza, la sensación de soledad, la depresión y otros males serán asimilados de una mejor manera, luego de realizar una sencilla relajación corpórea y mental a través de un baile sencillo, y en la comodidad del hogar.

"Aprender a relajar el cuerpo y la mente nos permitirá darle un buen final a la jornada."

Cómo relajar el cuerpo y la mente bailando

Para llevar a cabo esta técnica, utilizaremos música, alguna que sea lenta, tenue, y que logre llevarte a un lugar mágico y especial: tu calma. Elige la música que te guste y te sirva para esta meta, sin importar su tipo: debe ser útil para vos, sea cual sea. Prepara un CD en el reproductor, o bien carga una lista de varias canciones elegidas en tu computadora o reproductor portátil.

Pedile a tu familia que te permitan un buen rato sin interrupciones, apaga tu celular y desatiende el teléfono y el timbre. Luego, retírate a una habitación con luz tenue, aislada del resto del mundo, y enciende la música, ya sea en parlantes o con auriculares, a un sonido que no te incomode y que puedas escuchar bien y claramente.

Aún de pie, luego de comenzar a relajar el cuerpo, quédate unos minutos con los ojos cerrados o abiertos, simplemente disfrutando de la música. Tu respiración debe ser regular, profunda y lenta, para mejorar la relajación. Ahora, si tu cuerpo pide bailar o seguir el compás de la música elegida, hazlo. Nadie te observa, así que no tienes que tener vergüenza ni miedo de bailar, hacer movimientos o gestos que te apetezcan con estos sonidos.

Lo que te impulsa no debe ser la técnica, sino la música. Si estás escuchando instrumentos de viento y te inspiran moverte como una hoja al viento, entonces hazlo sin temor. Si quieres saltar en el aire, salta sin miedo, o quizás te inspire imitar el vuelo de un ave. Haz lo que sea que te haga sentir libre y a gusto.

Esta simple técnica de baile libre te hará olvidar tus problemas inmediatamente, y te transportará a un lugar sin complejos, calmo y sin interrupciones. Aprovecha tu estancia en este lugar anímico, preparándote para volver luego a la vida diaria.

Para finalizar el ejercicio, cuando te sientas listo para ello, minimiza de a poco los movimientos hasta volver a quedarte de pie o sentado, con los ojos cerrados o abiertos, disfrutando de la música por algunos minutos y dejándola invadirte hasta relajarte. Luego, lentamente, vuelve a la realidad, con energías renovadas y mejor predisposición anímica.