Cómo tratar una hemorragia

Ante un corte profundo de la piel o herida que provoque una gran hemorragia, debemos actuar calmos y tratar el sangrado lo más rápido posible.

Cómo tratar una hemorragia

Qué hacer al sufrir una hemorragia o sangrado intenso

En cualquier momento los accidentes pueden hacerse presentes en nuestra vida, o en la de quienes nos rodean. Ya sea por un descuido o por una mala maniobra, cualquier persona (y también nosotros mismos), podemos sufrir una herida profunda que nos provoque una hemorragia o sangrado intenso.

En este caso es vital tratarla, restringiendo la salida de sangre, mientras llamamos y esperamos al servicio de emergencia, al profesional de la salud o, si fuese posible, mientras nos dirigimos al servicio sanitario u hospitalario más cercano.

Cómo tratar una hemorragia

  • Ante una herida cortante que sangre de manera intensa, lo más importante es detener el sangrado, aún si esto significase poner en compromiso la higiene de la zona. Podemos usar nuestras manos, prendas de vestir o trapos para ejercer presión sobre la zona sangrante, de modo de evitar que la persona se desangre. En este punto, se trata de una urgencia: no te preocupes por buscar una gasa estéril: usa lo que tengas a mano, inmediatamente y sin dudar: luego los médicos administrarán antibióticos y complementos para lidiar contra posibles infecciones.
  • Mientras esperamos al servicio de emergencia, podemos levantar suavemente el trapo, o lo que estemos usando, para detener el sangrado, a fin de corroborar si se sigue perdiendo sangre. También podremos reemplazar el trapo o la prenda usada, cambiándola por otra limpia.
  • Uno de los elementos que son de suma utilidad en estos casos son las toallitas y los apósitos femeninos, por su capacidad de atrapar la sangre, evitando su salida fuera de su superficie.
  • Si la hemorragia se ha detenido, podremos entonces dar una adecuada limpieza a la herida, utilizando agua, jabón, y productos desinfectantes como alcohol o agua oxigenada. En este punto podremos retirar la ropa sucia de la zona e higienizar bien.
  • Lo más importante aquí es actuar con calma y serenidad, pensando nuestras acciones y no permitiéndonos (ni a los que nos rodean, incluso a la persona herida), caer presas del pánico. Debemos actuar con calma y prisa, llamar a la emergencia médica y dejar que los profesionales de la salud se hagan cargo de las acciones y medidas de curación posteriores.