Cómo elegir variedades no tóxicas para la huerta

A veces incluimos en nuestro jardín plantas tóxicas, que sin darnos cuenta nos pueden hacer daño. Veamos cuáles son y sus posibles efectos sobre nuestra salud.

Cómo elegir variedades no tóxicas para la huerta

Cuando planificamos crear nuestra propia huerta, ya sea en macetas, canteros, o en el suelo, mezclada con nuestras plantas de jardín, a veces pasamos por alto la gran importancia que hay tras la elección adecuada y correcta de las variedades a cultivar, puesto que hay muchas especies vegetales que resultan tóxicos y/o nocivas para animales y plantas, en diversos grados.

Entre las más conocidas, podemos mencionar que el Aligustro (Ligustrín), el Alhelí amarillo, la Amapola, las Azaleas, el Ave de Paraíso, la Belladona, el Estramonio, la Hiedra (en diversas variedades, en particular la Ponzoñosa), la Flor de Pascuas, el Ficus, la Lobelia, la Retama, y la Saponaria son variedades que presentan grados de toxicidad, ya sea en su contacto o en su ingesta. Aunque se trata de plantas y especies vegetales que podemos bien utilizar para decorar el jardín, se debe prestar especial atención respecto del contacto de nuestros hijos y mascotas con estas variedades.

Las plantas poseen efectos tóxicos mediante su contacto o ingesta, en diferentes sectores, o bien en la planta entera (cualquier sector). Por ejemplo, el contacto o ingesta de cualquier parte de las plantas de Regalíz, Cristobalina, Akebia, Anémona de los Bosques, Serpentaria, y Belladona entre otras puede resultar perjudicial o dañino, mientras que el daño se producirá tan sólo con el contacto con la raíz de variedades como el Cálamo aromático, el Ásaro, el Cardo de Liga, la Ayahuasca y ciertas variedades de Violetas.

Otras variedades concentran sus propiedades tóxicas en sus semillas (la Vilca, la Rosa Lisérgica, el Azafrán Silvestre o el Estramonio o Túnica de Cristo). Algunas de las variedades habituales, que son nocivas ante la mala manipulación de sus frutos, son la Coloquíntida, el Colombo, y los diversos Hongos.

Sin embargo, no porque poseamos estas variedades en cultivo significa que resultaremos dañados o enfermos. Simplemente, se trata de cuidar la manipulación y el contacto, o bien su utilización en diversos usos (culinario u otro), para prevenir posibles riesgos.

Otros detalles importantes son prevenir que los niños se lleven hojitas y flores a la boca si desconocemos la variedad, y nunca utilizar estas especies en tratamientos caseros de salud o belleza, si no estamos seguros sobre su adecuación o toxicidad.