Cómo levantar a los niños en la mañana

Llegar a horarios a nuestras actividades matutinas suele resultar una tarea complicada cuando hay niños de por medio.

Cómo levantar a los niños en la mañana

Despertar a los niños

Cada mañana muchos hogares suelen llenarse de tensión ante la difícil posibilidad de llegar puntuales a sus respectivos quehaceres, trabajo, escuela, guardería, etc. Levantar a los niños, vestirlos, preparar el desayuno, controlar que nadie se olvide nada, pueden ocasionar nervios, gritos, discusiones y que todos terminen de mal humor o llorando.

Hay que tener en cuenta que los niños tienen un ritmo más lento que los adultos y que su sentido del horario y responsabilidad aún no está totalmente formado. Además, puede pasar que estén pasando por una etapa de “independencia” en donde quieren hacer todo por sí solos, cambiarse, atarse los cordones, y esto aumento considerablemente el tiempo para estar listos. Y aunque no lo creamos, cuanto más los apuremos mas demorarán ya que comenzarán a ponerse nerviosos.

La puntualidad es un hábito que se debe inculcar a los niños desde pequeños, pero lo debemos hacer de manera natural, tranquila, evitando totalmente los gritos y retos.

"Hay que tener en cuenta que los niños tienen un ritmo más lento que los adultos y que su sentido del horario y responsabilidad aún no está totalmente formado."

Consejos para levantar a los niños cada mañana

Para lograr que nuestros niños se apuren, lo mejor es crear un ambiente de tranquilidad, ya que nadie, ni siquiera los adultos, son capaces de responder con éxito a malos tratos o gritos. Lo ideal es comenzar el día en paz y con alegría. Despertar de manera violenta solo traerá como consecuencia inevitable mal humor e irritabilidad durante todo el día, y esto ocurre tanto en niños como en adultos.

Lo mejor es evaluar cual es la falla por la cual siempre se termina llegando tarde y generando un clima poco cordial. Y al identificar esas fallas, tratar de corregirlas. Lo primero es revisar las rutinas y desde allí reorganizar los horarios y las reglas y obligaciones de cada uno.

Por ejemplo, si el tiempo con el que nos levantamos no es el suficiente, habrá que levantarse un rato antes lo que también implica acostarse todos un poco más temprano. Si bien es una rutina que no lograremos muy fácil en los niños, debemos contar con el beneficio de la mañana siguiente, la cual al levantarnos todos con tiempo y tranquilos será mucho mas organizada y nos permitirá comenzar un nuevo día con alegría.

Si los niños se demoran porque se ponen a jugar o a preparar sus cosas luego de levantarse, imponer la norma de que no se juega antes de ir al colegio y que los útiles o accesorios que necesitaremos en el día deben estar organizados y guardados la noche anterior.

También podemos preparar la ropa que nos pondremos para ir a trabajar y el uniforme de los niños, dejándolos sobre una silla al lado de la cama, eso ahorrará unos cuantos minutos más.

Levantarnos tranquilos, con todo listo y con las únicas tareas de vestirnos y desayunar nos dará una perspectiva muy diferente y llena de armonía.

"La puntualidad es un hábito que se debe inculcar a los niños desde pequeños, pero lo debemos hacer de manera natural, tranquila, evitando totalmente los gritos y retos."

Si los niños son muy pequeños aún no está de más reforzarles las consignas cada mañana, para que sepan en que orden llevarlas a cabo e ir armando su rutina diaria: ir al baño, vestirse, desayunar, buscar sus pertenencias, etc.

Todos estos pequeños detalles nos permitirán un buen despertar en familia y prepararnos para un día lleno de actividades.