Tratar la depresión naturalmente

Los trastornos depresivos encuentran su tratamiento, comúnmente, en fármacos y terapias. Sin embargo, tanto para su tratamiento como así también para su prevención, podemos valernos de ciertos alimentos que colaboran en esta importante tarea.

Alimentos para combatir la depresión

• Por ejemplo, las frutas cítricas y los kiwis, al ser ricos en vitamina C, evitan la sensación de fatiga y el sentimiento de tristeza, colaborando en la solución de la depresión. Asimismo, la leche, el yogur, los quesos y el calamar contienen calcio, un ingrediente imprescindible para el equilibrio anímico, cuya carencia provoca también sensación de fatiga y excitabilidad. 
• Las verduras frescas de color verde, las leguminosas (lentejas, guisantes, habas, judías), y los frutos secos poseen altos contenidos de hierro, el cual es esencial para eliminar los síntomas de depresión.
• También la carne roja es una buena fuente de hierro, por lo que también colabora en el combate del cansancio y la apatía. Estos alimentos son de particular interés para los deportistas, quienes presentan mayor riesgo de padecer su deficiencia debido a la ejercitación frecuente.
• El pescado, las bananas, los plátanos, los dátiles, las almendras y maníes y las semillas (en especial las de sésamo y calabaza), contienen triptófano y fenilamina, que son aminoácidos esenciales para que el cerebro produzca serotonina y dopamina, transmisores que ayudan a estimular la actividad física y mental.
• De igual modo, el chocolate también eleva los niveles de feniletilamina, que es un elemento químico del cerebro con efectos estimulantes, muy parecidos a los de la euforia y la excitación y, por ende, aumenta los niveles de serotonina. 
• La avena, el germen de trigo, los cereales enteros, los mariscos, los higos secos y las nueces son ricos en magnesio, que es esencial en la lucha contra la depresión. Por su parte, el pan integral posee triptófano, que ayuda a incrementar los índices de serotonina, mejorando el estado de ánimo. 
• Entre los picantes, el Chile o los ajíes, por tener capsaicina, provocan la liberación de endorfinas, que son calmantes naturales del dolor y producen una elevación temporal en el estado de ánimo.
• Por último, pero no por ello menos importante: el agua. El consumo deficiente de agua ocasiona letargo y falta de concentración. Apenas una leve deshidratación disminuye el flujo sanguíneo en muchos órganos, poniendo en peligro al organismo en general.