Cómo sembrar tomates

El tomate es una planta herbácea que crece con facilidad, sin embargo, requiere de un poco de cuidado para que sus frutos puedan crecer sanos y con buen sabor.

Plantar la semilla del tomate

• Para sembrar tomates desde el primer paso, se debe comprar una bandeja para almacigo y un sustrato especial para esta etapa de crecimiento.
• Las semillas de tomate son luego sembradas en los almácigos y regadas con un sistema de goteo de agua. No es necesario sembrar sólo una semilla por almacigo, pueden ser unas tres o cuatro en cada uno de ellos.
• Luego, las bandejas se ponen en un lugar en donde puedan recibir bastante sol y calor. Los tomates requieren de mucho sol (al menos 7 horas diarias) para adquirir un buen sabor.
• Una vez que las pequeñas semillas hayan retoñado y tengan un tamaño de entre 5 a 8 centímetros, están listas para ser sembradas en un medio más acorde para su tamaño final.

Cómo trasplantar el tomate a la tierra

• El tomate se debe resembrar en un suelo rico en sustancias orgánicas, ya sea con abono orgánico hecho en casa con restos de comida, o abono comprado en las tiendas especializadas.
• Al momento de trasplantar el tomate, se debe procurar enterrar las plantas lo más profundamente posible, ya que los tallos son bastante frágiles en comparación con el peso de los frutos y se le debe proporcionar una base fuerte.
  Algunas personas utilizan pequeñas varitas de madera para sostener el peso extra de los tomates, y así evitar que éstos toquen el suelo y se pudran con la humedad.
• Dependiendo del tipo de tomates la planta será más fuerte; por ejemplo, los tomates miniatura son muy pequeños y no representan un peso extra para la planta, crecen de forma acelerada y llegan a ser grandes y frondosos arbustos.