Cómo cuidarnos de los hongos venenosos

Algunos hongos pueden ser nocivos para la salud, por eso siempre hay que asegurarse de consumir especies comestibles.

Cómo cuidarnos de los hongos venenosos

Características y especies de hongos

Existen más de cien especies de hongos o setas comestibles (macrohongos), miles de especies diferentes, y más de 200 hongos venenosos en el mundo, siendo México el país con más variedad de especies.

Los hongos pertenecen al reino de los organismos multicelulares, pueden ser unicelulares o pluricelulares, no son ni animales ni plantas, y hacen su digestión externamente porque no tienen clorofila. Una vez que han digerido los alimentos por medio de la liberación de enzimas proteínicas, los absorbe a través de sus filamentos, llamados micelios.

Los hongos ofrecen una gran variedad de usos, desde alimento, fermentadores de cerveza y vino, levaduras, maduración del queso, y control microbiológico de plagas en sembradíos propensos, hasta servicios medicinales como los antibióticos.

Sin embargo, algunas setas suelen ser muy venenosas, incluso fatales, ya que poseen toxinas orgánicas (por ejemplo muscarina, monometilhidracina y anatoxinas) tan abrasivas que pueden destruir las células del sistema nervioso y ocasionar daños irreversibles a los riñones, hígado, y músculos. En otros casos, puede ocasionar daños leves como nauseas, taquicardia, fiebre, diarrea, vomito y dolores de estomago.
Aunque existen muchos hongos venenosos, algunos son leñosos y amargos, y no se consideran alimentos.

También ha ocurrido que diversas especies que eran consideradas venenosas han resultado no serlo, y su confusión se debe a la ingestión de setas en estado de descomposición, más que al veneno de sus toxinas; por eso, es recomendable no almacenar hongos de ningún tipo por mucho tiempo antes de ser ingeridos.

"Los hongos pertenecen al reino de los organismos multicelulares, no son ni animales ni plantas, y hacen su digestión externamente porque no tienen clorofila."

Cómo evitar consumir hongos venenosos

No existe una diferencia marcada entre los hongos comestibles y los venenosos, pero, generalmente, los hongos fosforescentes o de colores fuertes son venenosos, y se debe evitar su consumo. La mejor recomendación es ingerir sólo aquellas especies que son comerciales y conocidas como comestibles, y evitar los hongos silvestres.

Entre los hongos y setas venenosos están el oronja verde, oronja falsa, cortinario de montaña, boleto de Satanás, entre muchos otros.