Cómo Callar a los Niños

¿Los pequeños se parecen más a un tornado que a inocentes criaturitas? Aprende entonces cómo hacerlos callar fácilmente y sin llantos.

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Aprende a callar a niños revoltosos fácilmente, creando actividades que los motiven a bajar el volumen de sus alegres voces.

Cómo hacer Callar a Niños Revoltosos

¿Tus hijos, sobrinos, nietos, alumnos o el grupo de amigos de tus pequeños que están en casa están haciéndote perder la cordura con sus gritos? ¡No desesperes!. Aquí te contamos técnicas simples y pacíficas de aprender a callar los niños, sin estallar en llantos, en gritos o en profundas angustias como las que sólo podemos sentir luego de la tercera hora de gritos sin interrupción. ¡Hay una fácil solución!

"Para hacer callar a niños que gritan, lo último que debes hacer es gritar. Si tú elevas la voz, sólo contribuyes a lo que sucede en el momento."

Comprendiendo a los niños

No hay nada que hacer: los niños son ruidosos. Sus emociones son extremas y sus juegos están colmados de risas. Y todo se multiplica cuando se reúnen en grupo y la algarabía se apodera de todas las pequeñas personitas que hay en una misma habitación. ¡Pero necesitas algo de paz y tranquilidad!

Pues bien, lo primero es comprender que no están gritando en base a malas intenciones, sino en respuesta a su naturaleza infantil y juguetona. Ellos no comprenden de jaquecas, de responsabilidades de adultos, ni de la necesidad del silencio. ¡Son lo absolutamente opuesto a ello!. Por eso, no esperes que una cita de juegos sea silenciosa, y siempre recuerda que cuando los niños están en silencio, sólo una de dos (temibles) cosas están sucediendo: o están aburridos y hasta dormidos, o están cometiendo alguna travesura.

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Durante los juegos los niños naturalmente gritan y hablan a voces, ¡es normal! Comprende que lo hacen sólo por diversión.

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Primer paso para callar a los niños: no eleves la voz

Para hacer callar a niños que gritan, lo último que debes hacer es gritar. Si tú elevas la voz, sólo contribuyes a lo que sucede en el momento. Incluso si lanzaras un regaño, acompañado de un gesto ofuscado que los silencie en una mezcla de temor y de angustia, lo estarías haciendo desde una comunicación negativa, y seguramente no querrás eso en tu hogar.

El primer paso es no elevar la voz, pedirles a los pequeños que bajen el volumen de sus gritos – lo que es una tarea bastante difícil. Verás, no puedes pedirles que guarden silencio: simplemente no lo harán, ni tampoco querrás que lo hagan salvo que estés dándoles una clase en la escuela, o en una ocasión similar a esa. Los niños que juegan en casa no se quedarán callados, por eso es importante primero pedirles que bajen el volumen, que no den gritos salvajes, y para ello debes tener paciencia y probablemente repetir tu solicitud una, dos, tres y muchas veces.

Técnica para callar a niños revoltosos

Cuando superes la tentación de gritar, hay muchas otras técnicas que puedes aplicar para pedirles que reduzcan el volumen. Una de ellas es, justamente, hablar despacio, bajarle el volumen a la TV o a la música si están disfrutándolas, y hacerles preguntas en una voz bastante baja, de modo tal que solos comprendan que deben callar sus propios gritos para escuchar lo que está sucediendo.

Una técnica similar es utilizar un elemento sonoro cuando griten, que marque el momento de hacer silencio o, mejor aún: de contar hasta tres, o hasta diez (dependiendo de la edad de los pequeños). Así, cuando notes que la algarabía estuviera saliéndose de control, simplemente haz sonar un silbato bajo el comando de que, al escuchar ese sonido, los niños deben contar en voz alta hasta diez. Esto les resultará divertido, fortalecerá sus conocimientos, y los alejará del marco mental que estaba promoviendo los alaridos.

"Los niños que juegan en casa no se quedarán callados, por eso es importante primero pedirles que bajen el volumen, tener paciencia y probablemente repetir tu solicitud una, dos, tres y muchas veces."

Sin embargo, evita que los sonidos funcionen como excusa para la diversión. Por ejemplo, si cada vez que un niño gritara tú chasquearas tus dedos, esto podría resultar entretenido y pronto darían gritos sumamente organizados (lo que quiere decir: constantes) con tal de sumarse a la diversión y chasquear los dedos contigo: eso iría en contra de tu propósito de hacer callar a los niños revoltosos, sin restar en su diversión.