Errores que solemos cometer con la intención de ahorrar

A veces caemos presas de una trampa que a simple vista parece un buen negocio, pero no hace mas que afectar nuestros ahorros y finanzas. Conócelas para evitarlas.

Errores que solemos cometer con la intención de ahorrar

No rompas el chanchito. A veces debemos pensar dos veces antes de caer en trampas disfrazadas de oportunidades

Trampas a las que solemos caer con el fin de ahorrar

Pareciera que todos sabemos cuál es la clave para el ahorro. Cuando le comentamos a algún amigo o un colega en el trabajo que buscamos mejorar nuestras finanzas hogareñas, nos hace un discurso sobre todo lo que tenemos que hacer y lo que hemos de evitar. Estas son nociones comunes a todos, claro, pero a menudo conllevan algunas trampas ocultas en las que es muy fácil caer. Conoce los trucos que, en vez de mejorar tus ahorros, los ponen en peligro, ¡y que seguramente estás sufriendo en este momento!

"No guardes tu dinero en una cajita de zapatos en casa: es allí donde no te dará ninguna ganancia."

Créditos y préstamos

Es una de las trampas más habituales. Con promociones, tasas y tarifas bajísimas para devolver el monto asignado, solemos caer presas de estos adelantos de dinero por parte de entidades financieras, y también de familiares y amigos. Pero ten cuidado: a menudo te hacen gastar más de lo que te permiten ahorrar.

A veces se presentan oportunidades de negocios y de compras importantes, que dicen no estar por demasiados días más. Ya que no tenemos el dinero, solemos pedir préstamos y créditos para adquirir ese coche, hacer ese negocio o tomar ese viaje. Pero al momento de devolver el dinero, las tasas de interés y los valores inflacionarios podrían costarnos hasta el doble de lo recibido. Lo mejor es tener paciencia, esperar a la siguiente oportunidad de negocios o de compras, en especial si buscas ahorrar.

Además, recuerda siempre que el dinero y los afectos no han de mezclarse: pedirle a un familiar podría crear una situación tensa hasta que se devuelva el dinero… mucho más con personas que te lo recordarán a diario.

Tomando prestado de ti mismo

Es otra de las trampas del ahorro: tomar “prestado” de tu cuenta de retiro. Para comprar ese coche que optimizará nuestros gastos, o esa casa que nos evite el dinero de la renta cada mes, echamos mano a nuestra caja de ahorros para la jubilación.

A menos que se trata de algo imperativo, evita hacerlo: es siempre mejor ajustar nuestro día a día, que quedarnos sin nada para los años en los que en verdad los necesitemos. Vale decir: si se trata de alguna intervención médica o situación extrema, ese dinero podría salvarte. Pero si lo retiras para comprar un bote y luego lo necesitas en verdad, vaya apuro en el que estarás.

Mejor invertir que perder

Muchas personas se dejan llevar por la creencia de que el dinero en el banco es dinero muerto. Pero no es tan así. Si bien invertirlo en algo que te de más dinero es grandioso, nadie tiene la receta del éxito definitivo en ello. A veces las inversiones se caen, el mercado cambia, y preferiríamos volver al pasado para dejar el dinero en el banco, donde nos genere intereses (pequeños pero constantes).

No debes tenerlo, sin embargo, en una cajita de zapatos en casa: es allí donde no te dará ninguna ganancia. ¿Y las inversiones? Pues ve a lo seguro, con respaldos, plazos fijos y demás. Así tu dinero creará más dinero sin que tú hagas algo al respecto, en lugar de perder su valor en un sitio estanco.