Formas de atraer el dinero: el poder de las inversiones

Seguramente has escuchado el refrán “el dinero atrae al dinero”. Pero hay una mala concepción de esta noción: tener el dinero guardado no es específicamente lo que lo llama. De hecho, es todo lo contrario: la inversión es la mejor decisión.

Formas de atraer el dinero: el poder de las inversiones

Una forma de hacer que el dinero llame al dinero es activarlo, hacerlo circular en el mercado

Inversiones: Formas de llamar al dinero

Aquello de que el dinero llama al dinero se refiere a que debes ponerlo en movimiento para atraer más monedas y billetes. Cuando has logrado ahorrar algo, debes invertirlo o mantenerlo en un lugar donde resulte redituable. Puede ser en una entidad bancaria, en una caja de ahorros, cuenta corriente o a plazo fijo, de modo de lograr retribuciones y beneficios en concepto de intereses. Esta es la manera más segura de hacer que nuestro dinero llame a más dinero, aunque será una cantidad mínima.

La segunda forma, más arriesgada, es hacer inversiones. Puede ser en la bolsa de valores o en el capital de una corporación. Así, nuestro dinero atraerá incentivos e intereses, e incluso participación en las ganancias de las empresas que resulten exitosas. Pero cuidado, porque en el caso de que la bolsa cayera o el emprendimiento fracasara, podemos perder el valor de la inversión, a excepción de algunas que tengan retorno garantizado, aunque ganancias limitadas también.

Otra forma de hacer que el dinero llame al dinero es activarlo, hacerlo circular en el mercado, hacer que siga en movimiento. Y este último concepto, que es el más habitual, será también el más rechazado por parte de las mentes críticas. Y no se debe a menos que a una cuestión energética, espiritual y universal: cuando queremos atraer la prosperidad, debemos enviar prosperidad al universo.

"Aquello de que el dinero llama al dinero se refiere a que debes ponerlo en movimiento para atraer más monedas y billetes."

Dos puntos de vista sobre las inversiones

Quienes tienen dificultad para aceptar las cuestiones de las energías del Universo seguramente se reirán de este concepto. Sin embargo, tiene dos caras igualmente visibles, la universal y la real.

La visión universal indica que no podemos recibir aquello que no damos. Si queremos amor y amistad, debemos brindar amor y amistad; si queremos respeto, debemos respetar: debemos darle al otro lo que quisiéramos recibir, lo hagamos o no.

Este simple concepto, fundamentado en múltiples corrientes religiosas también, es bastante simple en verdad. Y puede aplicarse a las finanzas. Esta corriente universal indica que si queremos recibir y atraer el dinero, debemos aportarlo también. Poner el dinero en movimiento significa hacerlo circular. Comprar sólo lo necesario, y fomentar la circulación de la moneda en nuestro mercado local. Y es aquí donde esta visión se une a la segunda, a la real. Esta es bastante más simple de comprender y visualizar.

"Si queremos recibir y atraer el dinero, debemos aportarlo también poniéndolo a circular."

Supongamos que el productor agrícola tiene temor por posibles contingencias climáticas, entonces deja de hacer compras en el mercado de elementos agrícolas por si llegara luego a necesitar el dinero para la compra de otros productos. El tendero del pueblo pierde entonces un cliente, o varios en la misma posición. Como sus ingresos son menores, evita comprar nuevas ropas para conservar el dinero. El vendedor de ropas posee, entonces menos dinero, por lo que evita comprar vegetales en el puesto del productor agrícola. Así, en cuestión de días, todos se habrán visto influenciados (de manera negativa) por este círculo vicioso. Y el dinero no llegará a ninguno de ellos, pues nadie lo está poniendo en circulación.

Si trasladas este simple ejemplo a un mercado local, e incluso mundial, verás por qué el dinero puede atraer al dinero, pero sólo cuando lo ponemos en circulación. Por ello, aprende a desligarte del billete en sabias inversiones, a mantener una mentalidad positiva, y a atraer el dinero de una manera, universal o real, pero siempre positiva.