Analizando algunos conceptos sobre el dinero

El dinero de por sí no es bueno ni malo: todo depende del uso que le demos, de la necesidad que tengamos, del monto del que dispongamos. Es que el dinero tiene en cada persona un significado diferente.

Analizando algunos conceptos sobre el dinero

El modo en el que apreciamos al mundo y a nuestras situaciones no deben depender del dinero

¿El dinero simplifica la vida?

Para muchos, el dinero es el medio por el cual la vida se hace más simple. Más problemas encuentran su solución, y más rápidamente, con algo de dinero en el bolsillo. Y aunque esto es verdad, todo debe ser en su justa medida.

La búsqueda de soluciones no depende de nuestro monto monetario. La mente creativa, ágil, bien predispuesta es capaz de hallar solución a inconvenientes sin gastar dinero ni recursos, e incluso optimizando los actuales. El modo en el que apreciamos al mundo y a nuestras situaciones no deben depender del dinero, pues como todos sabemos no es más que un bien, que puede estar presente o ausente en diferentes momentos.

Es el "bien" el necesario, no sus clasificaciones: estarás igual de abrigado con una manta hecha con retazos que con un costoso tejido.

¿El dinero es una necesidad?

En nuestra actualidad, la creencia de que el dinero es necesario es verdadera. Sin embargo, nuevamente, debe ser en su justa medida. No “necesitamos” ser millonarios, nos bastará con tener un techo sobre nuestras cabezas (aunque sea rentado o prestado), tener comida en nuestro cuerpo (aunque sean legumbres y vegetales y no costosos platillos gourmet), y abrigo sobre nuestra piel (aunque sea un saco tejido en casa). Es el “bien” el necesario, no sus clasificaciones: estarás igual de abrigado con una manta elaborada con retazos de telas, que con un costoso tejido de una marca importante.

¿El dinero es el camino a la felicidad?

Pues aquello de que “el dinero no hace a la felicidad” es una frase muy repetida por quienes lo tienen. Pero quienes no poseen suficiente dinero, quienes luchan día a día por conseguirlo, tienen muy cerca la posibilidad de asociar “dinero” y “felicidad”. Sin embargo, bien sabemos que el dinero no compra el abrazo de un hijo ni las palabras cariñosas de un amigo (sinceras).

La felicidad está a nuestro alcance en la medida en que se lo permitamos. No necesitas ser millonario para disfrutar de ver las flores en primavera, tampoco para respirar la brisa fresca del verano. Seguro que todos quisiéramos tener tan sólo un poco más, pero esta debe ser una motivación que te ponga en movimiento para alcanzarlo, y no una restricción autoimpuesta que te prive de disfrutar de aquello que ya tienes.

Aprendiendo a apreciar el dinero

Las personas verdaderamente “ricas” no son las que disponen de dinero ilimitado, sino las que saben apreciarlo en su medida. Sus ingresos y un adecuado plan de finanzas y presupuestos les permiten hacer del dinero su herramienta, y no su amo esclavizante. Y tú también puedes hacerlo.

Aprende a ordenar tus finanzas. Atiende primero los asuntos urgentes y los importantes. Hazlo a conciencia: no es necesario comprar ese queso tan costoso, importado de París, sino que lo necesario es comprar alimentos que nutran tu cuerpo. Luego, atiende los gastos más importantes, como el mantenimiento del coche… pero recuerda: el coche también es una herramienta, y si te da más problemas que soluciones, siempre puedes contemplar la opción de venderlo y trasladarte en el transporte público.

"Las personas verdaderamente 'ricas' no son las que disponen de dinero ilimitado, sino las que saben apreciarlo en su medida."

Finalmente, atiende los gustos, sólo en función de lo necesario. Hay muchos pequeños cambios que puedes hacer, para aprender a apreciar el dinero, como una herramienta y no como una amenaza a tu bienestar. Por ejemplo, en lugar de comprar una nueva prenda de vestir por mes, ahorra el dinero y toma unas merecidas vacaciones cortas cada tres o cuatro meses. Esto te hará mucho mejor que tener la última prenda de moda, pues refrescará tu mente y te aportará felicidad.