Cómo evitar las tres D: Deuda, Déficit y Default

Déficit, deuda y default, tres temidas palabras relacionadas con la economía que debemos evitar.

Cómo evitar las tres D: Deuda, Déficit y Default

La letra D presente en tres temibles conceptos: Déficit, Deuda y Default

Tres D a evitar: Déficit, Deuda y Default

Entre las letras del abecedario, algunas tienen asociaciones con hechos que nos alegran, o que tal vez nos atemorizan. Y en lo que respecta a las finanzas, la letra D es quizás una de las segundas. Es la del déficit, del default, y de las deudas.

Pero en lugar de temerle a estas nociones, puedes ponerte en marcha hoy mismo para esquivarlas. Aquí te contamos algunos buenos y útiles consejos que puedes aplicar para no caer presa de estas tres temibles D.

"Por definición, el déficit es la escasez de algo que se supone necesario."

Evita las Deudas

Las deudas no perdonan, en especial en relación al pago de los impuestos y servicios. Pagar las facturas y cuentas a tiempo es un buen modo de prevenir recargos y costos extra, además de quedarte sin el servicio.

Si tus finanzas están verdaderamente al límite, haz una cita con la entidad prestadora antes de que llegue la fecha del primer vencimiento, y explica tu caso al asesor que te atienda. En algunos casos podrás pactar un sistema de pagos reducidos, quincenales o semanales, o prórrogas sin los costos asociados de las moras.

Evita el Déficit

Por definición, el déficit es la escasez de algo que se supone necesario. Puede tratarse de alimento, abrigo, o de algún recurso indispensable para la labor o el objetivo en manos, incluyendo aquí al dinero.

En lo que respecta a la economía doméstica, el déficit presupuestario o financiero puede ser evitado mediante la correcta administración de los ingresos. Ya lo hemos visto: primero lo urgente e indispensable, luego lo importante, y en lo posible evitaremos lo anexo. Contar con un ahorro extra es, quizás, la mejor vacuna de prevención contra el déficit.

Evita el Default

Una singular palabra asociada a la economía de las naciones, el default puede definirse, entre otras acepciones, como el fallo o el incumplimiento en la devolución de un bien no propio, cumplida la fecha establecida.

"El default puede definirse, entre otras acepciones, como el fallo o el incumplimiento en la devolución de un bien no propio."

Si has contraído una deuda o has tomado un préstamo, el fallo en el cumplimiento de las cuotas es uno de los ingredientes del default. Si has pedido prestado el coche a un amigo por dos días y aún no lo has devuelto, este es también un ingrediente en la fórmula.

Hay dos simples técnicas para evitar el default: la primera es no contraer ciertas obligaciones (préstamos, créditos, etc) que no estemos en condiciones de cumplir, y la segunda, respetar siempre las fechas de vencimiento y los plazos, al igual que los montos y demás detalles pactados al momento de tomar el préstamo.