Cómo ahorrar con sólo monedas

El ahorro se puede comenzar en cualquier momento, sin embargo, si creamos el hábito tendremos una buena base para comenzar cualquier proyecto. Para ello, determinar metas es imprescindible.

Cómo ahorrar con sólo monedas

Ahorrar el cambio y las monedas es un buen truco para elevar nuestros ingresos

Plan de ahorro con monedas

A mediados del año soñamos con la llegada de las festividades de fin de año, y con nuestras vacaciones. Elegimos un destino y corroboramos los precios. Es momento de hacer el ahorro.

Sin embargo, cuanto más nos demoremos mayor será la cifra que debemos reservar cada mes hasta la llegada de la fecha soñada. Entonces, ¿cómo hacemos para ahorrar con tiempo?

Pues la respuesta es sencilla: ahorraremos de a monedas, donde podamos evitar gastos superfluos, ya sea que tengamos o no una meta determinada.

"Las metas deben ser realistas, alcanzables, y que nos permitan un buen vivir mientras ejecutamos el plan."

Fijando metas para el ahorro

Con la determinación de metas nos referimos tanto al objetivo específico para el que deseamos el ahorro, que bien puede no existir (es decir, ahorramos sin un gasto en mente), y también a la determinación de las “metas de ahorro”.

Las metas de ahorro son las que nos imponemos cumplir mensualmente, o quizás con mayor o menor frecuencia. Por ejemplo, podemos fijarnos el ahorro de $100 mensuales. Pero si nuestros gastos son rigurosos y nuestros ingresos reales, puede que no lleguemos cómodamente a esa cifra.

Pues las metas deben ser realistas, alcanzables, y que nos permitan un buen vivir mientras ejecutamos el plan.

Cómo ahorrar con monedas

Ahorrar el cambio y las monedas es un buen truco para elevar nuestros ingresos. Por ejemplo, al final de cada día podemos tomar todas las monedas sueltas de nuestra cartera o bolsillos y depositarlas en algún contenedor. Una lata, una botella o un viejo calcetín: da igual. Luego, al terminar el mes, el bimestre o el año, habremos ahorrado una cifra para nada despreciable con esas pequeñas monedas sueltas que, muy probablemente, hubiésemos despilfarrado.

Los bancos y entidades financieras suelen no aceptar depósitos en monedas, y también sería un despropósito dirigirnos al banco a depositar tales pequeñas cantidades. Por ello, el ahorro en casa (el banquito, el chanchito, la alcancía) toma una forma mucho más práctica.

Lo mejor es tener una alcancía opaca, de gran capacidad. De este modo, colocaremos dentro todas las monedas que podamos hasta llenar su capacidad, sin llevar la cuenta de cuánto dinero tenemos allí dentro. Esto es genial, pues nos podremos sorprender con la suma conseguida.

Eso sí: ¡debemos resistir la tentación de abrir la alcancía, de medir su nivel de llenado o de calcular su peso constantemente!

"Lo mejor es tener una alcancía opaca, de gran capacidad, para no llevar la cuenta de cuánto dinero tenemos allí dentro."

Cada moneda cuenta

No minimices la importancia de una moneda. Hasta las de 1 centavo serán valiosas en el plan de ahorro. Es que, verás, aquí haremos honor a aquél viejo refrán que dice que “muchos pocos hacen un mucho”, y será la suma de todas estas redondas utilidades las que nos darán el beneficio del ahorro. Sean grandes o pequeñas, viejas o relucientes: la base del ahorro puede comenzar por una simple moneda.