Cómo hacer Cerveza de Raíz
Aprende a hacer cerveza de jengibre casera, refrescante e ideal para usar como base para cócteles deliciosos.
Aprende a hacer cerveza de jengibre fácilmente, usando ingredientes que seguro ya tienes en casa.
Receta para hacer Cerveza de Jengibre
¿Quieres aprender cómo hacer cerveza de raíz? Estás en el sitio correcto. Esta bebida refrescante es ideal para beber sola con hielo, o para usar como base para numerosos cócteles de moda.
La cerveza de raíz es un refresco elaborado a partir de la raíz del jengibre (de allí su nombre), y se la conoce también como zarzaparrilla o cerveza de jengibre. Es una adaptación al refresco de jengibre (ginger ale), menos dulce y más refrescante, por lo que se la puede disfrutar sola con hielo, o también como base para cócteles sofisticados con pulpas de frutas y también alcoholes.
Aunque su nombre pueda resultar algo confuso, no es realmente una “cerveza” y puede ser disfrutada por embarazadas y niños, aunque en cantidad moderada ya que, dependiendo de las condiciones de elaboración, el proceso de fermentación puede producir un volumen alcohólico de entre 0,35% a 0,5%.
"Dependiendo de las condiciones de elaboración, el proceso de fermentación de esta bebida puede producir un volumen alcohólico de entre 0,35 % a 0,5 %."
Ingredientes necesarios
Para preparar unos dos litros de cerveza de raíz casera, necesitarás lo siguiente:
- 115 gramos (1/4 de libra, aproximadamente) de jengibre fresco (también podrías usar del seco o en polvo)
- 3/4 de taza de azúcar blanco común
- 2 cucharadas de jugo fresco de limón
- 1/4 de cucharadita de levadura seca en polvo
- 2 litros de agua
Para hacer esta bebida puedes usar jengibre seco en polvo, pero si es fresco lograrás un sabor más pronunciado.
© Depositphotos.com/rezkrr
En cuanto a los materiales, sólo necesitas los elementos de medición, una cuchara, una botella de 2 litros de capacidad (o un poco más) con tapa de buen cierre, un colador fino (tamiz), y un embudo. ¡Vamos a prepararla!
Pasos para hacer cerveza de jengibre
Lava, seca y pela el jengibre (recuerda que con el borde de una cuchara lo harás muy fácil), y rállalo o pícalo cuidadosamente, conservando el líquido tanto como puedas. Otra opción es usar una procesadora de alimentos, siempre y cuando permita aprovechar la mayor cantidad de jugo.
Ponlo en el colador de malla fina, y este sobre el embudo insertado en la boca de la botella. Usando el dorso de una cuchara, los dedos o lo que quieras, presiona firmemente el jengibre para extraer su jugo hacia el recipiente. Con esta cantidad obtendrás unas 3 a 4 cucharadas de líquido concentrado de jengibre.
Luego, vierte por el embudo el azúcar, el jugo de limón y la levadura, y mueve un poco para que se mezclen. No debes usar otros endulzantes ni tampoco edulcorantes artificiales, pues es necesaria la combinación de la levadura seca con el azúcar para que se produzca la fermentación que logra una bebida carbonatada. Lo último es completar la capacidad de la botella con agua filtrada, pura o mineral, dejando sólo unos 5 centímetros libres en la parte superior.
"Recuerda que no debes usar otros endulzantes ni tampoco edulcorantes artificiales, pues es necesaria la combinación de la levadura con el azúcar para que se produzca una bebida carbonatada."
Cierra presionando bien la tapa a rosca, y agita suavemente para emulsionar todo el contenido. Ponla, de lado o de pie, en un sitio que sea cálido y oscuro (como dentro de un armario) y deja reposar por 48 horas, moviendo para mezclar cada 12 horas. Luego, podrás conservar en la nevera, tal y como está, o filtrando hacia una botella más decorativa, pero siempre con buen cierre, por hasta una semana. Usa una tela para el filtrado si quieres una bebida cristalina y descartar el sedimento de levaduras, aunque estos no son peligrosos ni aportan mal sabor.
Listo, ya sabes cómo hacer cerveza de raíz de jengibre. Simplemente disfrútala como ingrediente de numerosos cócteles, o bien fría en las tardes calurosas.
