Cómo hacer Castagnole

Aprende a preparar castagnole en casa, una delicia de la gastronomía italiana lista para estrenarse en tu cocina

Receta de castagnole. Cómo preparar castagnole en casa. Ingredientes y preparación del castagnole. Cómo hacer castagnole italiano

Las castagnole son un postre tradicional de Italia, que puedes disfrutar en cualquier momento y lugar

Receta para hacer Castagnole

Las castagnole (o strufoli) son una verdadera delicia nacida en las cocinas italianas que se ha popularizado en el mundo entero, por la simplicidad en su preparación y la versatilidad de su servicio. Es un dulce que suele consumirse en los carnavales italianos, y ninguna mesa familiar o infantil estaría completa sin ellas. Su curioso nombre deviene de la similitud que estas bolitas de masa dulces tienen con las castañas, grandes favoritas de todos.

Hacer castagnole casera es muy fácil. Se prepara una masa con una consistencia adecuada para sustentarse (aunque algo fluida), que luego se fríe en aceite limpio y se espolvorea con azúcar glass o impalpable, bañadas en almíbar o también en miel. Se suele servir en platones junto a otras delicias dulces, y es un compañero fundamental para el café.

Dependiendo de las tradiciones familiares, las castagnole pueden hacerse simples o rellenas con cremas inyectadas en la masa (crema de leche, pastelera, manjar, mermeladas y otras), como las bombas de crema pastelera. También, según los requisitos alimenticios de los comensales, se pueden freír o cocinar en el horno, y reemplazarse los ingredientes para hacer castagnole sin gluten.

Pasos para preparar castagnole. Aprende cómo hacer castagnole fácil y rápido. Guía para preparar castagnole, postre italiano

El azúcar glass (impalpable) es la cobertura ideal para las castagnole, pero puedes reemplazar por almíbar, miel o lo que quieras

© Depositphotos.com/KaterynaSednieva

"Las castagnole suelen consumirse en los carnavales italianos, y ninguna mesa familiar o infantil estaría completa sin ellas."

Ingredientes para hacer castagnole

Para hacer una tanda de castagnole necesitarás:

- 2 tazas (unos 240 grs o 8,5 onzas) de harina común, la que quieras usar
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- 50 gramos o 1,7 onzas de mantequilla bien blanda, en punto pomada
- 1/4 de taza (50 gramos o 1,7 onzas) de azúcar blanco común, o de la que prefieras usar
- Ralladura de piel de limón
- Esencia de vainilla
- Opcional: licor de anís u otro, a tu gusto
- Leche, en cantidad necesaria y si fuera necesario
- Aceite suficiente para freír
- Azúcar impalpable, almíbar, miel o lo que quieras para bañarlas

Cómo hacer castagnole en casa

Tamiza la harina, la sal y el polvo de hornear a un bol grande. Incorpora el azúcar y mezcla para distribuir todo de manera homogénea. Agrega la ralladura de piel de limón (o de naranjas, a tu gusto), haz un hoyo al centro, y vierte allí la mantequilla bien blanda, la vainilla y el licor de anís, si has decidido agregarlo. Mezcla con las manos o con una cuchara de madera hasta obtener una pasta espesa, o una masa de consistencia liviana y suelta, agregando algunas cucharadas de leche si fuera necesario (esto dependerá, en gran medida, de la humedad de ambiente que haya en tu ciudad).

Usando papel manteca, papel de hornear o la mesada apenas espolvoreada con harina, vierte porciones pequeñas de la masa y enrolla suavemente en una tira de unos 2,5 cm de espesor. Corta en bocados pequeños, y redondéalos con la palma de tu mano y la mesada para hacer castagnole en su forma tradicional. Cuando vayas por la mitad o dos tercios de la masa ya “bollada”, vierte aceite suficiente en una olla algo profunda, y precalienta el horno a temperatura moderada. Termina de formar las bolitas de masa.

"Puedes servir las castagnole tibias o frías, acompañando con pinchos según la cobertura que les hayas dado."

Fríe o cocina al horno las castagnole, volteándolas regularmente, hasta que las notes doradas. Retira con una espátula o espumadera (a un papel absorbente si las has cocinado en aceite), y espolvorea con azúcar glass (impalpable), o vuélcalas a un platón hondo y baña con miel tibia o almíbar frío.

Puedes servir las castagnole tibias o frías, acompañando con pinchos según la cobertura que les hayas dado. Para rellenarlas, deja enfriar e inyéctalas con una jeringuilla de repostería (o manga repostera) con tu crema favorita, y baña con hilos de chocolate para darle un toque más gourmet.