¿Qué es el Principio de Correspondencia?
Seguramente has oído aquello de 'te ves como te sientes'. Y esto es fácil de comprender si antes conoces el Principio de Correspondencia. Todos los detalles en esta nota.
El Principio de Correspondencia explica que todo tiene un equivalente opuesto
Cómo Entender el Principio de Correspondencia
El Principio de Correspondencia nos propone recordar, a todo momento, que todo tiene un equivalente opuesto, ya sea en su intención, significado y hasta posición. "El cielo y el infierno" es un gran ejemplo de este Principio, aunque algo extenso: el Cielo es al infierno, lo que el Infierno es al Cielo.
Quienes llevan una vida religiosa también saben bien que "como es tu vida en el mundo, lo será en el Paraíso". Es que estos son equivalentes correspondientes. Como es arriba, es abajo y viceversa, como es dentro, es fuera y viceversa. Y, en lo que respecta a tu aspecto físico, el significado de este Principio es bastante claro: como eres por dentro, eres por fuera, y como te sientes por dentro, te ves por fuera.
Seguramente habrás notado en ti mismo que hay días en los que el espejo te devuelve una imagen más agraciada que otros. Supongamos que te vistes para una fiesta y, al terminar, te miras al espejo. La ropa te sienta, tu cabello luce de maravillas, se resalta ese atributo que te gusta de ti. Te sientes bien, y eso hace que te veas aún mejor. En cambio, y aunque tengas un cuerpo de lujo, otro día te vistes con la misma ropa y no te agrada el resultado, tu cabello no se ve como quisieras aunque hiciste exactamente lo mismo que la vez anterior, tu mayor atributo ha quedado oculto... antes de cambiar el atuendo, fíjate cómo te estás sintiendo, pues es mucho más probable que no sea la ropa, sino tu humor lo que esté modificando tu aspecto.
"El Principio de Correspondencia nos propone recordar, a todo momento, que todo tiene un equivalente opuesto, ya sea en su intención, significado y hasta posición."
Principio de Correspondencia: Cuerpo y espíritu
El estado de tu espíritu afecta positiva o negativamente tu aspecto físico. También ocurre en la otra dirección: la manera en la que luces es capaz de afectar tu humor, tus ánimos, la manera en la que te sientes. Pero hay una enorme diferencia entre ambos caminos. Si bien son equivalentes, uno es más fuerte que el otro, y uno es más fácil que el otro. Es decir: es muy fácil que tu aspecto afecte tu humor, pero es más fuerte el impacto de tu espíritu sobre tu aspecto, que viceversa.
Vale decir que si tu cuerpo no es el más agraciado y tu aspecto no es el de las celebridades de las revistas, tu espíritu puede seguir alto y fuerte. Y esto hará que todos esos defectos, todos esos atributos menos que perfectos queden en el olvido, y luzcas de maravilla.
Seguramente conoces a una persona así, al menos. Alguien cuyo físico no es el más bello, pero que brilla radiante como una estrella y atrae todas las miradas. Esa es la imponencia del espíritu por sobre el cuerpo, la equivalencia, la Correspondencia.
Siempre ten en cuenta que aquello que proyectas es lo que atraes, y aquello que llevas dentro es lo que provocas por fuera. Si vives con pensamientos y sentimientos de violencia, tu entorno se cargará de violencia, pero si vives pensando y sintiendo amor, proyectándolo, emanándolo, dándolo al Universo, eso es lo que recibirás. Y si te sientes bien, te ves bien, es así de simple, gracias a la aplicación de este Principio de Correspondencia.
