¿Qué es la dislexia?

La dislexia es una condición mucho más frecuente de lo que pensamos, pues afecta a entre un 12% y un 15% de la población mundial. Veamos de qué se trata y cómo se realiza su diagnóstico.

¿Qué es la dislexia?

Dislexia: definición, causas y diagnóstico

La dislexia es un trastorno de aprendizaje, mayormente caracterizado por el rendimiento académico. Por ello, es más fácil de diagnosticar (o de notar) en los niños, en etapa activa de formación, desde el preescolar o jardín maternal, hasta los primeros años de educación formal.
Sin embargo, no debemos confundirlo con una condición infantil: puede desarrollarse en cualquier etapa de la vida. 

"La dislexia no es una enfermedad. Se trata de una condición que se da en el desarrollo neurobiológico que afecta diversos procesos de aprendizaje."

Causas de la dislexia

La dislexia no es una "enfermedad", y no está causada por virus, bacterias o situaciones específicas, como trastornos intelectuales de diversos orígenes. Se trata de una condición que se da en el desarrollo neurobiológico (comprendámoslo como la forma en la que se desarrolló nuestro cerebro físico) que afecta diversos procesos de aprendizaje, como la escritura, la lectura y, por ello, la comprensión y asimilación de los nuevos conceptos. Quizás la tengas identificada como una condición en la que se invierten las letras, pero es mucho más que eso.

Lo que sucede es que el cerebro carece de la estructura organizada convencional, que sea funcional al sistema nervioso. Esto significa que hay conexiones intrincadas que impiden la ejecución de habilidades aprendidas, como lo son la lectura, la escritura y el proceso de aprendizaje.

Cómo se diagnostica la dislexia

El diagnóstico de la dislexia no es tan simple como evidenciar a un niño que invierte las letras en ciertas palabras. Hay problemas de conducta, desprendidos de la incapacidad de desarrollar las tareas habituales. También aparecen problemas de aprendizaje, bajo rendimiento escolar, y otras situaciones producidas por esta "mala conexión" y no por una incapacidad cognitiva.

Ya sea en niños como en adultos, se debe hacer análisis profundos a lo largo de cierto tiempo por parte de personal experimentado. Luego de la sospecha, los profesionales harán la diagnosis definitiva tras una evaluación neuropsicológica compleja, y no por una simple apreciación. Estas evaluaciones, cabe decir, no se realizan antes de los 7 a 9 años de edad, pues de ese modo se asegura que hayan recibido ya la formación y las herramientas que permitan una adecuada investigación.

Análisis para detectar la dislexia

Para hacer la diagnosis inicial se suele analizar la lectura (y prelectura, o la identificación de las letras y números) y así conocer el nivel de asociación cerebral de las formas y contenidos con lo recibido por los sentidos. También se analiza la visión y la audición, así como las capacidades fonoaudiológicas.

"El análisis para detectar dislexia no es corto ni sencillo, pero con una detección temprana se puede iniciar un tratamiento mejor adaptado a cada caso."

Por otro lado, para descartar condiciones asociadas y hacer una diagnosis completa, se evaluará el nivel de desarrollo físico, el estado general de salud, y las habilidades de coordinación y psicomotricidad. Luego, la capacidad de memoria y retención, la de aprendizaje y la de lenguaje, para finalmente hacer una evaluación exhaustiva de la personalidad del niño, adolescente o adulto que presente sospechas de dislexia.

El análisis no es corto ni sencillo, pero con una detección temprana se puede comenzar el tratamiento mejor adaptado a cada caso particular, permitiendo un desarrollo y un aprendizaje normal en cada persona.