Cómo Hacer Sal Saborizada

La sal saborizada es una idea genial para condimentar de otra manera las carnes, ensaladas y comidas de todo tipo. Te presentamos 4 recetas para hacer tus propias sales saborizadas.

Cuenco con sal saborizada

La sal saborizada le dará un toque especial a tus platos. Prueba con estas 4 alternativas de sales diferentes

4 Recetas de Sal Saborizada

Aquí te enseñamos a preparar tus propias sales saborizadas en casa, con tres ejemplos que seguramente querrás probar hoy mismo.

1. Sal Saborizada de Ajo Asado

Ideal para ensaladas de hojas, pizzas y carnes a la parrilla u horno, esta sal con sabor de ajo asado puede ser el próximo infaltable en tu cocina.

Para prepararla necesitas media taza de sal (puedes usar sal kosher), media cucharadita de aceite de oliva y unos 4 o 5 dientes de ajo  medianos a grandes. Multiplica estas proporciones de acuerdo a la cantidad de sal que quieras preparar.

Precalienta el horno a 205°C mientras colocas los dientes de ajo en papel aluminio, rociándolo con aceite de oliva y aún con su piel. Cierra bien el paquete de papel de aluminio y coloca sobre una placa dentro del horno caliente durante 30 a 40 minutos, hasta que notes los ajos blandos.

Retira del calor y deja entibiar antes de abrir el paquetito, y luego deja enfriar por completo. En ese momento, presiona los ajos para retirarles la piel y obtener de ellos una pasta fragante, que debes mezclar con la sal en un pequeño bol. Procura integrar todo lo posible.

Finalmente, pon el horno a 90°C (muy bajo) y coloca la mezcla de sal y ajo en una placa amplia, sin que se amontone. Lleva al calor por unos 20 a 30 minutos, hasta que notes que esta sal de sabor diferente se ha secado bien, rompiendo los cúmulos con un tenedor cuando sea necesario. Envasa en un frasco de vidrio o plástico con tapa de cierre hermético, ¡y disfruta!

"La sal saborizada de ajo asado es ideal para ensaladas de hojas, pizzas y carnes a la parrilla u horno."

2. Sal Saborizada de Limón

Esta sal saborizada es un condimento ideal para ensaladas, carnes blancas y aves.

Prepara 3 limones bien fragantes y con piel gruesa (bien amarilla) y una taza de sal. Ponla en un bol pequeño y ralla la piel de los limones (solo la parte amarilla) con un rallador fino sobre el recipiente, obteniendo así la piel y los aceites esenciales. Mezcla muy bien con la sal, para distribuir de manera pareja.

Luego, agrega el jugo de uno de los limones, pasándolo por un filtro, y mezcla a la perfección. Coloca en un molde para horno amplio, logrando una capa delgada, y lleva al fuego muy bajo (90-100°C) por 20 o 25 minutos, hasta que la sal se seque. Rompe los cúmulos con un tenedor cuando sea necesario y, una vez seco y frío, envasa en frascos de vidrio o plástico con tapa de cierre hermético.

3. Sal Saborizada con Hongos Shiitake

Una alternativa especial para las comidas étnicas y orientales, y también para las pastas.

Prepara esta sal con un sabor distinto procesando unos 30 gramos de hongos Shiitake bien limpios. Transfiérelos a un bol y agrega por encima una taza de sal. Mezcla muy bien para integrar ambos ingredientes a la perfección. Luego, simplemente vierte dentro de un pequeño frasco de vidrio o plástico con tapa de cierre hermético, y deleita a tus invitados con esta sal sabrosa y especial.

4. Sal de vainilla

Para preparar esta delicia bastará con poner la cantidad de sal a preparar en un cuenco de plástico, vidrio o cerámica, y mezclar con extracto de vainilla de a cucharaditas, revolviendo para que absorba aromas y tonalidades sin disolverse.

Luego, esparce en una bandeja (no metálica) y deja que seque en un sitio templado, o dentro del horno a temperatura baja y con la puerta abierta, removiendo regularmente. Repite el procedimiento si quieres lograr un color o sabor más profundo.

"La sal saborizada con hongos Shiitake es una alternativa especial para las comidas étnicas y orientales, y también para las pastas."

Otra opción es usar chauchas de vainilla: ábrelas a lo largo y raspa el interior, para tomar la carne cremosa y las semillas (necesitarás buena cantidad). Mezcla bien con los granos de sal, logrando un color parejo, y seca siguiendo el procedimiento anterior. Conserva esta sal de vainilla en un contenedor de vidrio, de buen cierre, en la alacena.

Las sales saborizadas son simplemente geniales ya que convierten una simple ensalada o una carne de cocción básica en una verdadera delicia. Con estas ideas puedes personalizarlas a tu gusto, y si quieres una cuarta receta te recomendamos la nota "Cómo hacer sal de vino". ¡Te encantará!