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Cómo Evitar el Mal de Altura

Cómo Evitar el Mal de Altura

Antes de aprender cómo evitar el mal de altura, es bueno saber un poco más sobre este trastorno que ocurre a muchos metros sobre el nivel del mar. Veamos algunos tips en esta nota.

18/12/14 por Yamila Papa Pintor

El mal de altura suele ocurrir a más de 2500 msnm, sin embargo, algunas personas empiezan a sentir los síntomas antes

¿Qué es el Mal de Altura?

El mal de altura, también conocido como mal agudo de la montaña, soroche, apunamiento, yeyo o mal de montaña, ocurre cuando el organismo debe adaptarse a un nuevo medio, es decir, a estar en un sitio a muchos metros sobre el nivel del mar. En la mayoría de los casos ocurre a más de 2500 msnm, sin embargo, otras personas comienzan a sentir los síntomas a la mitad de este valor, según a lo que esté acostumbrado.

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La respuesta médica sobre el mal de altura es que cuanto más disminuye la presión atmosférica y la presión de oxígeno, lo inspirado es menor, lo que causa una falta de oxígeno en sangre (término conocido en la medicina como hipoxia).

Los síntomas del mal de altura son: dolor de cabeza intenso, fatiga, agotamiento físico, trastornos del sueño, vómitos, náuseas, trastornos digestivos, taponamiento de los oídos, falta de apetito, mareos, agitación, disnea súbita nocturna, embotamiento. Los casos más graves pueden ocasionar edema pulmonar o cerebral.

Consejos para evitar el mal de altura

Si estás planificando las vacaciones a un sitio a miles de metros sobre el nivel del mar, puede que te interese aprender cómo evitar el mal de altura.

En primer lugar, es necesario que tu organismo se vaya adecuando de a poco a las alturas elevadas. Esto quiere decir que para superar el mal de altura debes ir avanzando lentamente, en lo posible, quedarse un día completo a una cierta altura antes de continuar o emprender un trasado.

"El mal de altura, también conocido como mal agudo de la montaña, soroche, apunamiento, yeyo o mal de montaña, ocurre al estar en un sitio a muchos metros sobre el nivel del mar."

Para evitar el mal de altura, mantente hidratado y come adecuadamente.

Este acondicionamiento, vital para evitar el mal de montaña, aumentará la cantidad de glóbulos rojos (que transportan el oxígeno desde la sangre a las células), de los capilares (para que la sangre fluya con más facilidad) y de la capacidad pulmonar (para que la aspiración sea mayor pero sin aumentar los latidos del corazón).

La preparación para enfrentar el mal de altura debe comenzar a partir de los 2500 msnm. Se aconseja subir como mucho 300 metros por día, y no descender más de 600 metros para el regreso. Esto quiere decir que tanto el viaje de ida como el de vuelta se deben de hacer “escalonados”.

A partir de los 3500 msnm, no hay que ascender más de 300 metros por día, y descansar una jornada completa antes del siguiente ascenso. A partir de los 5000 msnm, no existe ninguna técnica para evitar el mal de altura que sea eficaz.

La alimentación es determinante y puede ayudarte (o perjudicarte) en tu objetivo de superar el mal de altura. Ya sea por el ejercicio o por la cantidad de metros que se están subiendo, el cuerpo pierde mucho líquido, por lo cuál la hidratación servirá bastante. No sólo el agua está permitida, sino también los caldos, las tisanas, los té o los zumos de fruta, entre 4 y 5 litros por día, aunque no tengas sed.

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Otro tip para evitar el mal de montaña es consumir una dieta rica en carbohidratos, frutas y aquellos alimentos que más proporcionen energía, con el fin de superar el gasto y el esfuerzo que debe realizar el cuerpo. Aunque no tengas hambre, hay que cumplir con las cuatro comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y dos colaciones pequeñas (a media mañana y a media tarde).

No consumir alcohol ni fumar también forma parte de la preparación para evitar el mal de altura. La ropa adecuada puede ser la que te salve de sufrir la mayoría de los síntomas. Y cuando estés descansando por la noche o en las paradas programadas, no debes hacer esfuerzos físicos, sino dedicarte a recuperar energía y tomar aire.

Cómo tratar el mal de altura

Cuando se contrata una excursión por la montaña, los guías están acostumbrados a tratar el mal de altura en aquellas personas que no están acostumbradas a caminar a tantos metros sobre el nivel del mar. En el momento en que los síntomas empiezan a aparecer, muchos optan por ofrecer oxígeno en un tubo, para que puedan seguir o para que no sean más graves los síntomas.

Entre los tratamientos para el mal de altura se encuentran también los medicamentos, como un antihipertensivo llamado nifedipina, o un fármaco que se encarga de incrementar el flujo de la sangre (llamado sildenafil). Los inhaladores beta agonistas sirven para abrir las vías respiratorias, y los respiradores se usan para casos más avanzados. Sin embargo, un médico es el único que puede prescribir estos remedios y bajo ningún aspecto se indica la automedicación, porque puede ocasionar problemas más serios.

"Para superar el mal de altura, como primera medida debes asesorarte. Luego, contar con guías que conozcan la zona, y en tercer término, ir cumpliendo el recorrido por etapas."

También existen remedios naturales para el mal de altura, como el jengibre o las hojas de coca, una planta que crece en la región de Bolivia, en Sudamérica. Si bien sirven para evitar el apunamiento (como se conoce en esa zona), ayudan a reducir los síntomas. Sin embargo, se recomienda mascarlas durante todo el camino. Otros indican que la goma de mascar puede servir también.

Para evitar el mal de altura, como primera medida debes asesorarte. Luego, contar con guías que conozcan la zona, y en tercer término, ir cumpliendo el recorrido por etapas.

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